Contrario a su título, La calma que antecede es un libro lleno de cuentos intranquilos. Son cuentos de introspección, de un mismo personaje disfrazado de muchos otros y obsesionado con lo imposible: saber por qué y para qué está uno en esta vida. Un encuentro casual, el consejo de una abuela, la ruptura de un gran amor, todo desemboca en preguntas que no tienen respuesta, o en soluciones que no son tales. Con el mundo entero de trasfondo, desde una balsa flotando cerca de Cuba o en un parque callado de Belgrado, en estas narraciones afloran las dudas y las soledades, y, a veces, las alegrías, de todos los que se empeñan en ser creadores.
Benjamín Santana Rivera es un arquitecto puertorriqueño. Nació en San Juan, Puerto Rico, en 1972. Su formación personal se ha desarrollado en los municipios de Vega Alta, Dorado, San Juan, y Barranquitas. Es egresado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Mantiene práctica profesional en Puerto Rico y en los Estados Unidos. Ha sido profesor de diseño en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Puerto Rico, y consultor para proyectos de diseño y construcción en diversos países de Europa, Asia y África. La calma que antecede es su segundo libro, Barco de corcho (2021) fue el primero. Al momento de esta publicación, el autor trabaja en su tercer libro de cuentos, El linaje del viento.
La luz se fue antes de que pudiese salvar el documento que escribía. “¡Genial!”, pensó con resignado sarcasmo. No sospechaba que aquel apagón cargaba una ironía encubierta. La falta de electricidad le impedía terminar el manifiesto personal que debía presentar en alguna de sus clases de medicina. Tenía el alma en ebullición (y en conflicto). Fraguaba su vocación de médico, y pretendía dejarla declarada en aquel documento que, aspiraba fuese testamento y recordatorio para no perder la senda del porvenir. Pero su frustración súbita no le permitía ver, de modo inmediato, la providencia de una pausa buena para nutrir su reflexión. (inicio del cuento “La calma que antecede”).