Cuaderno de tapas azules, de Pablo Cancio Reichard, recoge trece cuentos que pueden ser leídos de forma independiente o como una novela cuentada de viajes fantásticos en los que se juega con el tiempo, el humor, la literatura y la identidad; y se reflexiona sobre el propio proceso escritural para ofrecernos una nueva realidad. El ambiente se caracteriza por la superposición de tiempos y espacios en ciudades, tales como: París, Nueva York y San Juan; bajo los acechos de la(s) mirada(s) del(os) narrador(es)/personaje(s). Son relatos de una naturaleza seductora y alucinantes en los que el sujeto errante, fragmentado y diaspórico (puertorriqueño) busca, al compás de las líneas de fugas del jazz, su autodefinición en el espacio intercultural del Otro.
Noche inicial
Los mayores parecen no darse cuenta, pero los niños saben cuando las cosas no andan bien. No sé, es algo así como si lo respiraran a su alrededor. Raramente se equivocan, pero lo triste del caso es la imaginación, esa espera continua hasta que vuelve a surgir en el aire sin explicación; como el humo del cigarillo en la cara, y es esa presión que se desata en el pecho como un llanto alargado sin consuelo. Esto me sucedía a veces, no sabía qué pensar; si lo que escuchaba era cierto o falso. Yo estaba del otro lado de la puerta en mi cuarto y por el enrejillado apenas oía a mis padres hablar. Llegaban palabras sueltas, el tono a veces quedo, pausado, luego iba subiendo hasta que se dejaba caer, entonces sabía que discutían. Aguzaba bien el oído desde la cama para tratar de comprender. Solo llegaban palabras sueltas que intentaba descifrar; era algo así como escribir una historia o un cuento con restos inconclusos. Y así, con cada una de aquellas noches en el ceremonial de frases en la oscuridad, iba construyéndola bajo una lluvia ancestral de miedos, piedras y gritos; como caer en un abismo, la propia sangre envenenada, los ruegos plañideros al Cristo crucificado sobre mi almohada hasta que imaginaba una grieta en el techo que se abría lentamente y salía a la luz de la superficie. (Fragmento)
Pablo Cancio Reichard nació en San Juan en 1961; reside en Aguadilla, Puerto Rico. Poeta, narrador y profesor universitario. Es abogado titulado por la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Obtuvo el grado de bachiller, concentraciones en Ciencias Políticas y Estudios Hispánicos, de la Universidad de Fordham en Nueva York. Prosiguió estudios de Literatura Comparada en la Universidad de PR, Recinto de Río Piedras. Más tarde, alcanzó el grado de Maestría en Estudios Hispánicos y Lingüística de la UPR, Recinto de Mayagüez, y el grado de Doctor en Filosofía y Letras por el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Es autor dos poemarios: Memorias del puerto (Postdata, 1998) y Difracciones en el tiempo (Tiempo nuevo, 2008). En 2003, fue galardonado como escritor con pergamino y medalla por la Comisión de la Juventud de la UNESCO. Es Miembro Académico de Número de la Academia Científica y de Cultura Iberoamericana.