La virgen de los boleros

E-mail
En su tercera entrega narrativa este premiado autor nos presenta ocho relatos marcados por la polifonía de la voces narrativas y los registros de tonos de mirar la cotidianidad. La memoria es siempre el filtro usado, magistralmente, en este texto.
Jorge Luis Castillo
La virgen de los bolerosLa virgen de los boleros
Precio de venta$18.00
Precio / kg:
Descripción

Los ocho relatos reunidos en La virgen de los boleros ofrecen un variado universo narrativo notable por sus múltiples registros a nivel lingüístico: a ratos, lúdica y caribeñamente neobarroco; con frecuencia, cultor de un lirismo nostálgico, no exento de ironía; en ocasiones, adepto a una contenida y lacónica prosa de tono minimalista. Sus personajes –hombres y mujeres, adolescentes y viejos– se valen a menudo de la memoria afectiva para conferirle dignidad protagónica al universo físico circundante, transformándolo así en verdaderos paisajes del alma. En estas historias hechas con las cosas de todos los días, cada personaje encara lúcidamente su presente y su pasado a lo largo del pentagrama de la vida que van pautando los desgarradores ritmos de la ópera, el tango y el bolero.


“Con las palabras contenidas en La virgen de los boleros, el autor lleva a los lectores a un viaje por el tiempo y por el espacio. Con pleno dominio de las técnicas narrativas  hace entrega de tramas diversas y personajes inolvidables. Jorge Luis Castillo enriquece la cuentística puertorriqueña con estos relatos saturados de vida.”
—José  Rabelo

 

LA VIRGEN DE LOS BOLEROS
(segmento)


¿Vienes? Esta noche canto mi último bolero y doy fin a mi carrera —si fue carrera la mía. Cuando salga del cuartucho donde me han alojado los dueños de este tugurio y me pare junto al trío de temperadas guitarras a entonar mis melodías, ojalá pudiera verte acomodada entre el público, con la mirada devota, con los oídos ansiosos, con la sonrisa perfecta. Si no te viera, no importa; estarás de todos modos. Con el alma dolorida, ofrendaré mis boleros a una audiencia siempre inquieta, una vez más: la postrera; y sentiré tu presencia en el espacio vacío consagrado por tu ausencia. Concluida la velada, inclinaré la cabeza con la mano sobre el pecho y regresaré a mi casa sin una queja en los labios. Ecos llevaré conmigo de aires y cantinelas que nunca más cantaré, excepto para ti, en mis sueños. Tal vez logre que te alcancen mis más recónditos ritmos si los ofrezco en silencio, desde la herida más honda, desde el corazón profundo.
¿Vendrás?  Esta noche he de brindarte el mejor de mis boleros, la imbricada melodía que cifra todo mi arte, la suma de lo que he sido, la suma de lo que seré. Con arcanas armonías que solo para ti he compuesto, que nunca ha escuchado nadie y que nadie sabrá oír, te conjuraré en las sombras, te invocaré en la distancia.  Acaso estarás muy cerca, discretamente escondida en corredores o esquinas de las tascas y clubes donde vierto mis canciones con los tañidos del viento. Me complace imaginarme las veces que sin yo saberlo me habrás visto desde lejos, habrás pasado a mi lado, tímida y sigilosa; o contra mí habrás rozado el lustre de tu falda fina, o habrás dejado en el aire las rosas de tus perfumes. Al caminar a mi vera, tal vez hayas entrevisto mis arraigados defectos, mis entrañables querencias. Quizás vieras en mis ensueños, en mis túrbidas visiones, en los años ya remotos de mi juventud perdida, aquellos primeros pasos en el arte que hoy claudica bajo el peso de la edad.

Jorge Luis Castillo nació en Cuba (1960); vivió su adolescencia y juventud en Puerto Rico, y reside ahora en los Estados Unidos de América. Cursó estudios en las universidades de Puerto Rico (Río Piedras), Texas (Austin) y Harvard, por la cual se doctoró en 1995. Actualmente, ocupa una cátedra de literatura hispanoamericana en la Universidad de California, Santa Bárbara.  Ha publicado una novela, La estación florida (1997), y la colección de cuentos, La vida vulgar (2004), premiada por el PEN Club de Puerto Rico ese mismo año. Su prosa narrativa ha pasado de sus inicios neobarrocos a un lirismo más contenido y mundano que a menudo propende al humor.

Autor
Jorge Luis Castillo
Dimensiones
5.5 x 8 .5
Encuadernación
rústica plastificada
Año
2015
Páginas
180
 x 

Carro vacío
Go to top