“El poeta, Juan Casillas Álvarez, transporta en sus versos la caridad que ardía en su interior y cumple su labor misericordiosa de redimir no sólo la figura de su madre (...) sino de rememorar el Barrio Jácanas de Yabucoa, y en Las Piedras: la Iglesia, el Teatro Gardel, el Bar El Recreo de Guacho, y cada personaje que tocó las fibras más profundas de su infancia. Sus quebrantos y angustias son reflejos de luna, de un alma que palpita y de su tierno corazón geológico (...)”
–Dr. Miguel Ángel Beltrán Álvarez
Escritor, Las Piedras, Puerto Rico
“Lugar profano, reclama una tercera dimensión que no es geográfica sino meta lingüística. Indudablemente el poeta nos obsequia una poesía fresca, puertorriqueña y caribeña aspectada de voz poética que solamente surge después de las tormentas existenciales vividas que todos de un modo u otro hemos padecido. Pero (...) lo profano se muta en algo mucho mejor que todo padecimiento, lo cual convierte este poemario en un canto que hermosea aquello que dolió o todavía nos duele.”
–Juan A. Rosado
Humanista y empresario, Florida, USA
“Lugar profano duele y aturde con la belleza que mana de la tierra herida, con el tallo que surge del surco amado. Nacido, antes de la palabra, de una vivencia brutalmente mitológica, este libro es un canto al amor, amor sobre todo a los hombres y mujeres que allí buscaban el regazo, el arroz y el hurto feliz. Así los encuentros sorprendentes a cada vuelta de la esquina hacen de esta colección un bello libro, concretamente universal.”
–Dr. Alan Smith Soto
Boston Univertsity, Massachusetts, USA
LUGAR PROFANO
Cuando busco reescribir
mis poemas pienso
en la casa donde crecí.
Fingía que estabas lejos.
Fingía que estabas inmóvil.
No tenías indignación.
No podías hablar ni crecer.
Además, espantabas pájaros.
Casa sin bronce,
ausente de parques,
al frente un viejo callejón,
y una zanja que amputaba piernas.
Atrás no había espacio para el león,
no para su fuerza.
Las banderas colgaban del techo.
En vano la construyeron
apartada de cruciales episodios.
En vano la bombardearon de caras,
en vano sortearon su destino.
Tantas víctimas en un pedazo instalado
sin edad con el suelo al desnudo.
Salvo lo jovial y perverso
no trajeron nada de valor.
Bajaban de los cerros hincados de rodillas
porque los hijos seguían el coraje de la madre.
Faenaban en la tabaquería
y aún tenía que prestar las carnes.
Cerraban los almacenes
y aún con los músculos evaporados
entraban por una puerta abierta
donde saltaba la cerradura.
Casa quieta con grietas visibles.
En un domicilio de sublevaciones:
los bandidos durmieron en tu cama,
la navaja de Wiso salió de tu cocina.
Te dispararon al corazón,
a tu sala de luto y a la densa caja de plomo.
La hermafrodita no salía de tus cuartos.
En tus hijas, la viva ceguera se repetía.
y las cortinas daban golpes de sobresaltos.
Morada sin sabiduría, sin ojos,
casa de alfajías maternas
amarradas a una espalda.
Casa mía, la casa de mis hermanitos.
Despintada por fuera
y adecuada por dentro a lo profano
Juan Casillas Álvarez es natural del pueblo de Las Piedras, Puerto Rico. Estudió Historia y Literatura en la Universidad de PR y luego, en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Realizó estudios graduados en la Universidad de Connecticut donde completó su Maestría en Historia Comparada. Ha dedicado buena parte de su vida a la enseñanza en las escuelas públicas de Boston y Cambridge en Massachusetts, USA. Como poeta ha publicado en International Poetry Review, University of North Carolina, y participado en recitales en diferentes ciudades de los Estados Unidos. Lugar profano es su primer libro de poesía. También ha terminado su primera novela: Renaida, todavía inédita, que lleva como tema el hermafrodismo.